4.4.07

Stravinsky


PREAMBULO A LA MUSICA DEL SIGLO XX

LÍMITES CRONOLÓGICOS

A pesar de hablarse de música del siglo XX, debe considerarse que su inicio «oficial» suele fecharse con la aparición del dodecafonismo, ya bien entrado el siglo y terminada la Primera Guerra Mundial, cuando se da la manifestación de toda una serie de experimentos formales que dan lugar a numerosos estilos y corrientes.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Con la fonografía, la radio, el desarrollo de las comunicaciones, etc., los
aficionados comienzan a verse en disposición de juzgar las novedades musicales más rápidamente que nunca. Uno de los resultados de esto es que se valora más que nunca la originalidad, un rasgo ya propio del romanticismo. Los propios compositores están más al tanto de lo que hace el resto, y por tanto, en busca de esa originalidad, la diversidad y el cambio que serán los rasgos distintivos del siglo.

LOS ESTILOS FUNDAMENTALES

La mayoría de los estilos se fundamentan en ciertas características armónicas:
El cromatismo sigue siendo fundamental en la armonía de este siglo. Como
consecuencia extrema del cromatismo se llega al atonalismo, es decir, la total
ausencia de tonalidad central. El austriaco Arnold Schönberg ideó el sistema
dodecafónico, en el que los doce sonidos de la escala tonal se colocan en serie
según un orden escogido por el compositor, pudiendo sólo utilizar esa serie o
unas determinadas variaciones de la misma. Al principio fueron sus alumnos Alban Berg y Anton von Webern los únicos que adoptaron su técnica. Sin embargo, después de treinta o cuarenta años desde su aparición, la mayoría de los compositores del siglo XX utilizaron este sistema.
Basado en el sistema dodecafónico, el serialismo establece un orden para la sucesión de las diferentes figuras y para los niveles de intensidad sonora, por ejemplo, así como para las notas. Se ha llamado también serialismo integral para distinguirlo del serialismo limitado del dodecafonismo. Destacan en este estilo Olivier Messiaen y su alumno Pierre Boulez, junto con Karlheinz, Stockhausen, Ernst Krenek y Milton Babbitt.
La politonalidad, o uso simultáneo de más de una tonalidad.
La modalidad o uso de modos y escalas del renacimiento y anteriores. Béla Bartók utilizó profusamente los modos de la antigua música popular húngara.
La música microtonal, que se basa en la división de la octava en más de los doce sonidos normales, por lo que algunas notas, llamadas «microtonos», suenan un poco más agudos o graves que los sonidos de la escala normal.
Pero también hay estilos cuya novedad no estriba tanto en el ámbito armónico:
El neoclasicismo, en la década de 1920, busca un retorno a la concepción clásica en la que todos los elementos de la composición contribuyan a la claridad de la estructura formal.
En cuanto a sus características armónicas, el neoclasicismo usó de un sentido diferente de la tonalidad al combinar el cromatismo con las formas del barroco y del clasicismo. Los músicos más destacados de esta tendencia serán Igor Stravinsky, Paul Hindemith, Sergei Prokofiev y Dmitri Shostakovich.
La música concreta fue el resultado de la combinación de sonidos grabados al azar en la calle (a comienzos de 1948 por el ingeniero francés Pierre Schaeffer y algunos compositores de París). Con dicho nombre se hacía referencia a una música que contenía ruidos de la vida diaria y sonidos abstractos y artificiales producidos por instrumentos musicales.
La música concreta marcó el comienzo de la música electrónica, en la que equipos electrónicos o computadoras se utilizan como generadores de sonidos para posteriormente modificarlos y combinarlos.
También el azar interviene en la música aleatoria, usando para ello los dados o las cartas, o dejando al intérprete elegir entre varias páginas compuestas, o haciendo que éste interpretase musicalmente ciertos dibujos (música gráfica).
Los músicos más destacados en este apartado son los estadounidenses John Cage y Earle Brown, el argentino Alberto Ginastera y el griego Iannis Xenakis.
Finalmente, la ópera ha seguido teniendo el atractivo de los siglos anteriores.
Entre los compositores de más éxito cabe destacar a Richard Strauss, Hans Werner Henze, George Gershwin y Benjamin Britten.
En tanto, el ballet se revitalizará con compositores como Prokofiev, Bartók, Ravel y Stravinsky.

A pesar de la sorprendente variedad de la música de este siglo, un rasgo común en las obras más vanguardistas es el interés en las cualidades, texturas, densidades y duraciones de los sonidos: por primera este interés ha primado sobre todos los demás, incluyendo la melodía, ausente hoy, y la armonía, tratada como un componente más.